📕 El poemario consiguió un accésit del Premio Adonáis 2021, entre otras razones «por su transparencia y aparente sencillez», como señaló el jurado. Dividido en dos apartados, con un poema de contraste por medio («Ninfea»), el poemario se mueve entre las referencias amorosas de la primera parte y las inevitables pérdidas humanas de la segunda: eros y tánatos en juego. Así, los textos iniciales hablan de experiencias de amor a través de las cuales el autor descubre el desconsuelo, si bien vinculadas en algún momento a lugares geográficos de resurrección luminosa, mientras que los de la segunda parte, con cierto aire desolador, se centran en el poder degenerativo del ser humano ?aquí es muy significativo el poema que dedica a su padre? y en su final, la muerte, simbolizados en ambas secciones como ciudades, auténtico paisaje urbano en el que se desarrolla el libro.
Con un estilo orientado a la claridad expresiva, la precisión léxica, el lenguaje conversacional, el empleo del verso endecasílabo blanco o las reiteraciones de frases a modo de hilo conductor de algunos textos, y con un sentido moral evidente, sobre todo en la segunda parte, García Cuevas escribe un poemario lúcido, de enorme riqueza emocional, al tiempo que refleja la brillantez y soltura de un poeta joven para quien la poesía es principalmente fruto de la inteligencia y del estremecimiento: expresiones encendidas del alma.