📒 Hablar de Egipto, es hablar de magia, no solo por sus monumentos, extraordinarios y eternos, sino también por sus complejos rituales, ejecutados como una esencia del Cosmos en la figura de Faraón, que permitió que este Imperio durara más de 5.000 años.Es la Magia de Estado. Dual e imperecedera, cuya esencia; revitalizar la figura del Soberano, y por ello, la de su pueblo, manteniendo una compleja Cosmogonía religiosa, no solo en los grandes templos, sino en todo sentido y afirmación de la propia vida, y como no de la Muerte.El Mago, no era un ser simple, era un sacerdote, que después de aprender y comprender la Muerte en la Casa de la Vida, adquiría poder, y comprendía el manejo del HEKA.Dominada por la palabra y el encantamiento, esta se hacía patente cada día en los templos, y en las ceremonias privadas oficiadas por el Faraón, sumo Teócrata, y Señor, no solo del Alto y Bajo, Egipto; sino de los Dos Mundos.