🔖 El final de la Guerra Fría despojó a Estados Unidos de la amenaza militar inmediata que representaba la Unión Soviética, el pilar estratégico más importante de las cuatro décadas precedentes. La industria de defensa se vio enfrentada a una severa contracción de la demanda de seguridad que se prolongó hasta finales de los 90 y que poco tenía que ver con las reducciones presupuestarias que tuvieron lugar durante la confrontación Este-Oeste. Este libro se aproxima a la relación entre la industria de defensa y el gobierno, centrándose en la estrategia desplegada por la industria militar estadounidense en la post Guerra Fría para superar el bache presupuestario que siguió al final de dicho conflicto y para garantizar el desarrollo de un modelo estratégico compatible con sus intereses como sector económico. De esta forma, se estudia la industria de defensa como agente que pone en marcha unas estrategias de cambio corporativo y de comunicación política destinadas a influir en el proceso político de toma de decisiones referido a la Política de Seguridad Exterior. Asimismo, se profundiza en el impacto de esas estrategias en la relación del sector con el Gobierno.