📙 El gran desarrollo que vivió Brasil en los últimos veinte años y que lo coloca como una de las diez potencias económicas del mundo, tiene su origen en una cuidadosa política de Estado, proyectada a largo plazo desde los primeros momentos del Gobierno de Getulio Vargas y continuada, con altibajos, por sus predecesores. Con la llegada al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, sostenido por los sectores populares, y principalmente por el Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST), comenzaron a verse materializados los frutos de este proyecto de país. Caracterizados como Gobiernos Progresistas, las administraciones de Lula y Rousseff avanzaron sostenidamente en las cuestiones sociales, descuidadas durante los anteriores gobiernos de corte neoliberal. Pero la fuerte preeminencia que ambos mandatarios otorgaron a la industria y a los grandes grupos económicos, los puso en confrontación con las agrupaciones que les sirvieron de base para alcanzar el poder. Este libro explica algunas de las variables que, a entender de los autores, aparecen significativas en el despegue económico de Brasil y que, sin embargo, son el motor de su conflictividad interna.