📕 ¿Qué datos da la ciencia para que pueda afirmarse que guardamos memoria de nuestro primer día de vida? Conocemos que al término de la fecundación, el cigoto capaz de dar el organismo entero, es asimétrico y polarizado: un plano de división deja la zona por donde penetró el espermatozoide en el óvulo rica en iones calcio, y el resto pobre. Por ello de la primera división resultan dos células desiguales que seguirán caminos distintos durante el desarrollo. Desde ese primer momento, y para toda la vida, ese plano determina los ejes corporales perpendiculares dorso-vientre y cabeza-cola. Es un cuerpo en fase de pasar a embrión de dos células. Desde ese inicio el embrión y la madre se envían señales estableciendo un diálogo molecular. Hay constancia de que a los 16 días comienzan a formarse los vasos, la sangre, el corazón y las células neuronales. El proceso biológico natural del embarazo afecta a la tolerancia inmunológica de la mujer: desactiva, a petición del embrión, las defensas contra lo extraño-peligroso. El diálogo materno-filial prepara al hijo para un último terminado que le dota de la capacidad de adaptación al modo humano de vivir.