📒 Si vamos a seguir adelante y a restablecer nuestra vida a ser un discípulo que es lo que el Padre tiene en mente para nosotros, tenemos que volver a la fuente original de toda la verdad para que como adultos, no como niños de pecho aún chupando la botella de un bebé llena de una fórmula religiosa, lleguemos ya a consumir el alimento sólido que siempre ha sido fijado en la mesa del Señor, como se señala en Hebreos 5:12: "Porque a pesar de que a estas alturas ya deberían estar enseñando a otros, en realidad ustedes necesitan a alguien para enseñarles otra vez los primeros principios de la Palabra de Dios. Habéis llegado a tener una necesidad de leche, y no alimento sólido."Por lo tanto, es tiempo de deshacerse de ese chupete religioso que ha puesto al cuerpo de Cristo en un sueño profundo, chupando nada más que palabras huecas que salen de los púlpitos y atriles, y conseguir el coraje de hacer la elección de volver al verdadero maestro y tutor, el Espíritu Santo. Seamos conscientes de que ya tenemos la habilidad y la perspicacia de reconocer la voz del Buen Pastor como Jesús nos dijo en Juan 10:27, "Las ovejas que son mías, oyen y están escuchando mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen." ¿Suena esto como si vamos a oír y seguir a un papa, profeta, sacerdote o cualquier otra persona que quiere entrar a su billetera? Pero más importante, ¿resuena esto en su espíritu, conocimiento y mente? Si no lo es así, esto podría ser la razón por la cual el cuerpo de Crist...